Fedón o del alma consiste en la pintura sensible y viva del último día y de la muerte de Sócrates, que a Equecrates de Flionte hace Fedón, testigo conmovido aún por la muerte serena y noble, que fielmente refiere con un lenguaje en el que campean la sencillez y la grandeza antiguas; en el que nadie puede fijar sus miradas sin verse insensiblemente poseído de la admiración y entusiasmo que respiran las palabras de su autor.
Categoría: Filosofía
Apología de Sócrates
Sócrates fue enjuiciado y condenado por los tribunales del gobierno democrático de Atenas, bajo el cargo de corromper a los jóvenes y falta de creencia en los dioses.
Sócrates estaba en contra de escribir sus ideas, teorías y sucesos. Pero en cambio, su discípulo Platón, así como otros tantos (como Jenofonte) escribieron sus ideas, teorías y sucesos, entre ellos, esta apología.
La correspondencia entre los textos de los distintos autores sobre Sócrates forma un circulo perfecto sobre la filosofía de Sócrates.
En el momento de su enjuiciamiento, hacía años que Sócrates era una figura conocida en Atenas. La comedia de Aristófanes Las nubes (Nephelai), presentada en 420 a. C., tenía a Sócrates como uno de los personajes principales, mostrándolo como un gran sabio vacilón.
El método socrático era imitado con frecuencia por los jóvenes atenienses, trastornando en gran medida el orden social y los valores morales ya establecidos.
El problema viene cuando Alcibíades (un ex discípulo) traicionó a Atenas en favor de Esparta (aunque el hecho fue seguramente una cuestión de necesidad más que ideológica), mientras Critias, otro ex discípulo, fue uno de los líderes de los Treinta Tiranos (la oligarquía pro espartana que gobernó Atenas durante algunos meses), a pesar de que también hay registros de su enemistad con Sócrates.
Sumado a todo esto, Sócrates mantenía una visión particular en cuanto a la religión. Realizó varias referencias a su espíritu personal, o daimon, aunque afirmó explícitamente que nunca se le había impuesto, sino que le advertía sobre varios acontecimientos posibles. Muchos de sus contemporáneos sospechaban del daimon de Sócrates, considerándolo un rechazo a la religión del Estado. En general, se ve al daimon de Sócrates como algo similar a la intuición. Además, Sócrates decía que vivir las virtudes era más importante que el culto dado a los dioses.
Tres hombres presentaron cargos contra Sócrates para que fuese enjuiciado: Anito (hijo de rico), Meleto (famoso poeta) y Licón (representante de los oradores atenienses).
Eutifrón o de la piedad
¿Qué es la piedad?
Actos de amor y compasión, amor al prójimo, amor entrañable, misericordia… la mayoría de la sociedad sabe definir la piedad como algo parecido a la misericordia y la compasión. Platón escribió pues un diálogo de Sócrates con Eutifrón en el cual ambos intentan definir varias veces la piedad.
Cármides o de la sabiduría
La sabiduría, tanto el concepto como la medición de la misma son siempre polémicos, y qué mejor forma que un diálogo de Sócrates narrado por él mismo para iniciarse en el concepto de sabiduría real, y hagan en sus mentes mientras tanto una comparación de esta conversación con una que actualmente se tiene en las terrazas sobre el arte del saber:
Matando a dios
Soy ateo teórico desde que tengo uso de razón. Pero… ¿qué es dios?
En la cultura occidental, el término «Dios» normalmente se ha referido al concepto teísta de un ser supremo, diferente de cualquier otro ser. El teísmo clásico afirma que Dios posee toda posible perfección, incluyendo cualidades tales como la omnisciencia, la omnipotencia y la total benevolencia, y que es providente con su creación. Sin embargo, esta definición no es la única posible definición de Dios.
Aunque hoy me centraré en Dios, se puede cambiar la palabra Dios por alma, karma o cualquier otro tipo de creencia creada por el hombre y este artículo sería válido.
El problema de la suerte moral
El problema de la suerte moral consiste en que algunas personas nacen, viven, y experimentan circunstancias que parecen cambiar su culpabilidad moral cuando el resto de circunstancias se mantienen constantes.
Ética de las virtudes: la gran olvidada
El consecuencialismo hace referencia a todas aquellas teorías que sostienen que los fines de una acción suponen la base de cualquier apreciación moral que se haga sobre dicha acción. Así, siguiendo esta doctrina, una acción moralmente correcta es la que conlleva buenas consecuencias y buenos actos.
Frente al consecuencialismo está la deontología, que defiende que los fines de una acción no lo son todo, sino que la propia acción también debe ser moralmente aceptable.
El mayor defensor de la deontología fue Kant, con la ética kantiana, la cual está basada en la postura que la única cosa intrínsecamente buena es una buena voluntad; una acción solo puede ser buena, por tanto, si su máxima, el principio subyacente, obedece a la ley moral.