Toda la historia de la sociedad humana es una historia de lucha de clases: libres y esclavos, señores y siervos…
El sistema capitalista democrático sigue las mismas reglas del juego, pero esta vez, con otro tipo de esclavismo escondido: ricos y pobres, primermundistas y tercermundistas…
Siempre hay una pequeña parte de la población mundial rica y favorecida tanto por la ley, como por la justicia y el mercado, y otra parte, la mayoritaria del mundo, que sufre la pobreza a costa de los favorecidos.